Nuestra primera cita

Cosas que suelen ocurrir.

Primera visita. Alguien nos contacta porque quiere una web, por ahora le llamaremos “mister X”. Entonces nos citamos. Compartimos una mesa. Como siempre, con anterioridad a nuestra cita,  y sin que la persona que tenemos delante lo sepa,  hemos investigado su web actual, si la tiene: su contenido, cuánto tiempo hace que existe su site, buscamos algún competidor de ese site o empresa, qué tecnología utiliza la web de “mister X”, dónde tiene alojada la web, etc… Intentamos prepararlo al máximo.

Ahí, en esa mesa, con pantallas y ratones, con bolis y papeles, empezamos. Nos decís, os decimos. Os preguntamos, nos respondéis. Os explicamos, nos aportáis. Nos explicáis, a veces no entendemos. A veces os decimos aquello de que: “si en Signia supiéramos todo, probablemente seríamos vuestro competidor, no vuestro colaborador”. Normalmente tenemos ideas que aportan valor a vuestra Web.

Pero siempre y sin excepción, nos ponemos en vuestra piel. Solo acercándonos a vosotros, podremos aprender cómo es vuestro negocio. Es la mejor forma de ayudaros, empapándonos de vuestra empresa para acercarnos a vuestra realidad. Obviamente, también mantenemos una distancia necesaria, porque nuestra objetividad y experiencia son una de las herramientas básicas de nuestro trabajo.
De esa cita, salen cosas, de esas salen proyectos. Y por último, de todo esto, obtenéis una nueva forma de comunicación con vuestros clientes. Mejoráis vuestra presencia online. Aprendemos nosotros y vosotros.

Nuestra primera cita

Cosas que suelen ocurrir.

Primera visita. Alguien nos contacta porque quiere una web, por ahora le llamaremos “mister X”. Entonces nos citamos. Compartimos una mesa. Como siempre, con anterioridad a nuestra cita,  y sin que la persona que tenemos delante lo sepa,  hemos investigado su web actual, si la tiene: su contenido, cuánto tiempo hace que existe su site, buscamos algún competidor de ese site o empresa, qué tecnología utiliza la web de “mister X”, dónde tiene alojada la web, etc… Intentamos prepararlo al máximo.

Ahí, en esa mesa, con pantallas y ratones, con bolis y papeles, empezamos. Nos decís, os decimos. Os preguntamos, nos respondéis. Os explicamos, nos aportáis. Nos explicáis, a veces no entendemos. A veces os decimos aquello de que: “si en Signia supiéramos todo, probablemente seríamos vuestro competidor, no vuestro colaborador”. Normalmente tenemos ideas que aportan valor a vuestra Web.

Pero siempre y sin excepción, nos ponemos en vuestra piel. Solo acercándonos a vosotros, podremos aprender cómo es vuestro negocio. Es la mejor forma de ayudaros, empapándonos de vuestra empresa para acercarnos a vuestra realidad. Obviamente, también mantenemos una distancia necesaria, porque nuestra objetividad y experiencia son una de las herramientas básicas de nuestro trabajo.
De esa cita, salen cosas, de esas salen proyectos. Y por último, de todo esto, obtenéis una nueva forma de comunicación con vuestros clientes. Mejoráis vuestra presencia online. Aprendemos nosotros y vosotros.